El raf es una variedad de tomate cuyo origen se remonta a finales de los años 60, cuando en Almería comienza a practicarse una selección artificial sobre los tomates que tradicionalmente se venían plantando al aire libre. No se trata por tanto de un híbrido, sino de un tomate 100% natural fruto de la experiencia de generaciones de agricultores.
‘Raf’ significa ‘Resistente al Fusarium’, un hongo que afecta a estos cultivos. Esta peculiaridad, unida a sus excepcionales características, favoreció que la nueva variedad se popularizara en el cultivo de invernadero, hasta llegar a nuestros días como uno de los productos más exquisitos de nuestra huerta.
La morfología del tomate raf es especial y muy característica. Tiene forma irregular y profundos surcos que terminan en el centro. Estos surcos distinguen el auténtico tomate raf de sus imitadores. La forma del tomate es ovalada y achatada por los extremos. El color es verde intenso con pinceladas casi negras en su parte superior.
En el interior, la pulpa es rosácea, de textura compacta, muy firme y jugosa. Es un fruto carnoso y con semillas pequeñas. Su sabor es incomparablemente dulce y tiene un gran aroma. El punto de maduración llega cuando comienza a adquirir un tono rojizo, el momento ideal para consumirlo en crudo o con apenas un poco de sal y aceite de oliva virgen extra.
El tomate raf es producto de una serie de condiciones que sólo se dan en Almería: las características del suelo, un agua con cierta salinidad para que el fruto genere más azúcares, un clima con alto número de horas de sol y baja humedad…
Se trata de un cultivo complicado que requiere profesionales muy experimentados. El raf se cultiva hoy en día bajo plástico o malla y la producción es muy reducida. La planta da solamente de 4 a 6 kilos por temporada, mientras que una tomatera de otra variedad puede producir hasta 22 kilos. El raf es un producto escaso, no cubre la demanda existente y de ahí su elevado precio (en torno a 12 euros/kg.).
El raf es un producto de invierno. El mejor tomate es el producido entre diciembre y principios de primavera, aunque podemos encontrar tomates raf desde mediados de otoño. Sin embargo, esta producción temprana no alcanza el nivel de excelencia del tomate de invierno: su sabor y consistencia son de inferior calidad.
El ciclo de vida del tomate raf es también muy escaso: mantiene su calidad durante un tiempo limitado, por lo que debe consumirse en el momento más próximo posible a su recolección.