El tomate raf es producto de una serie de condiciones que sólo se dan en Almería: las características del suelo, un agua con cierta salinidad para que el fruto genere más azúcares, un clima con alto número de horas de sol y baja humedad…
Se trata de un cultivo complicado que requiere profesionales muy experimentados. El raf se cultiva hoy en día bajo plástico o malla y la producción es muy reducida. La planta da solamente de 4 a 6 kilos por temporada, mientras que una tomatera de otra variedad puede producir hasta 22 kilos. El raf es un producto escaso, no cubre la demanda existente y de ahí su elevado precio (en torno a 12 euros/kg.).